Siguen los piqueteros acampando en plaza de mayo para pedir la libertad de la corrupta Milagro Sala. Querían poner 2.000 carpas, una por cada día que está presa, pero se ve que la nafta no les dió ni para el 10%. ¿Se habrán quedado sin guita para repartir?
Lo ridículo es que vivimos en un país distópico en todo sentido. Un país en donde una condenada por corrupta es defendida por ser “presa política”. Es decir, en Argentina hay dos tipos de presos, los comunes, que no pertenecen a ninguna organización, y los políticos que pueden hacer cualquier cosa y sus seguidores salen a pedir impunidad.
Quieren convertir en mártir a una delincuente, tratando de romantizar y crear una épica como si fuera una Felipe Varela Jujeña, pero en realidad es una ladrona, así sin más. Una corrupta que se hizo millonaria con fondos públicos, y paso de ser una pobre más a pertenecer al club de millonarios.
“De mendigo a millonario” bien podría llamarse la historia de Milagro Sala, pero más que una comedia, representa la verdadera tragedia de la Argentina, un país saqueado por dirigentes políticos y sociales que se han dedicado a utilizar la pobreza y el estado para incrementar su patrimonio en detrimento de los que laburan. Pero esto está llegando a su fin, ya nada puede parar lo que la sociedad ve, y a lo que está empezando a reaccionar.
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