No hay plan económico, ni acuerdo con el fondo, ni capacidad para bajar la inflación. La negociación con el FMI está empantanada, dice Spotorno, porque le piden programas específicos que en el gobierno no saben como resolver para que no se les caiga el relato.
Le piden que bajen el déficit fiscal, que estabilicen la economía y cosas por el estilo, algo que el gobierno no pareciera estar dispuesto a hacer. Para Fausto en el organismo internacional son bastante específicos en los pedidos y no se puede sarasear como hacen acá.
El ajuste es casi cantado, pero el gobierno no quiere hacerlo con lo cual la negociación va a ser bastante difícil porque habrá que elegir por donde recortar para bajar el gasto público. Y la inflación, que el gobierno dice que va a bajar, pareciera que va a llegar al 58%.
El aumento de las tarifas, por el recorte de los subsidios, va a hacer pegar un salto en la inflación, aunque en algún momento termina estabilizándose porque los precios terminan desfasados respecto al bolsillo de los consumidores. Los precios congelados hay que corregirlos, y es imposible que la inflación baje en el 2022.
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