Capitalismo o barbarie socialista
En Argentina hace rato que hay dos modelos de país en pugna. Uno que intenta sustentarse sobre el esfuerzo, el trabajo y la libertad, y el kirchnerismo y sus aliados, que gobiernan a partir de dádivas, protección de delincuentes y narcos, y desdeñan todo atisbo de éxito o de riqueza.
Y algo parecido pasa en Rosario, en dónde los socialistas han sido, en boca de López Molina, los principales aliados de los narcos en la ciudad. La ética en la política está siendo suplantada desde hace años, por una concepción de poder basado en la acumulación individual de riquezas producto del saqueo y la expoliación del estado, por un. parte importante de la dirigencia política.
La voracidad de la política en general, y del kirchenerismo en particular, marcan el pulso de la coyuntura actual. La delincuencia se enseñorea tomando tierras, vendiendo falopa, y con un gobierno que libera presos.
Los políticos corruptos y chorros terminan siendo el modelo al que aspiran muchos pibes y pibas enrolados en sus organizaciones políticas, por eso consitan adhesiones, porque venden el producto o receta mágica acerca de como salir de la pobreza sin laburar.
Por eso se mezclan la biblia y el calefón, como sucede en la ciudad rosarina, donde los peronchos bancan al ex intendente de la ciudad de Rosario, aunque su partido, el socialismo, ha sido uno de los más fieles patrocinadores de la la cultura de la falopa.
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