La candidatura de Javier para la presidencia del país es un hecho y está trayendo revuelo a ambos lados de la grieta. La aparición del diputado en distintos conflictos, sumado a su postura sobre temas espinosos como la dolarización, la carga impositiva, el tamaño del estado y tantas otras, está generando simpatía en una sociedad cansada de la pata del estado.
Uno de los sectores que hoy está en estado de alerta por las retenciones, dado que afecta a la rentabilidad del sector, no sólo por la presión impositiva, sino por el tipo de cambio y la brecha entre el dólar oficial y el blue, que liquida los costos que tienen los empresarios.
El gobierno les liquida dólares a valor oficial, y los costos están en el valor blue, y eso destroza cualquier actividad. Por eso Javier se planta fuerte contra el kirchnerismo y dice que tienen miedo porque las chances de que sea presidente está. Los ciudadanos ya saben lo que es juntos por el cambio, dice el diputado, y no quieren más kirchnerismo de buenos modales.
Ya lo dijo directamente, si él es elegido van a cambiar muchas cosas, y propone generar una certidumbre a partir de tocar variables como la estabilización de la moneda, el achicamiento del estado y menos presión impositiva para generar mayor inversión.
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