Laje está re caliente. Escucha lo que dijo Dady en la radio de Navarro, en dónde dice que “se cargaron un ministro”, pero como dice Antonio, no se lo cargaron, sino que cometió un delito. Hicieron un vacunatorio para los amigos, pero para ellos no hizo nada malo, sólo cometió un error.
Un error puede ser hacer una ensalada con demasiado vinagre, pero que un funcionario desvíe el uso de recursos públicos se llama corrupción, mal que le pese a Dady Brieva, y eso es lo que dice Antonio, están tan descompuestos moralmente que ya justifican cualquier cosa. “Es una brutalidad”, nadie se cargó un ministro, por el contrario, se lo cargaron ellos para no dar cuenta de toda la estructura de corrupción del ministerio.
Es lo mismo que dijo el presidente, no se hacen cargo de nada. Pareciera que el problema no es lo que pasó en sí mismo, sino que se hizo público, es decir, si pasaba, pasaba. Pero ya venimos de la organización paralela de vacunatorios de la Cámpora y de varios intendentes peronistas. Los que hablan de lo público han privatizado la salud, y la han puesto al servicio de políticos, sindicalistas, amigos, familiares y militantes, la gente no les importa.
Argentina es nuevamente famosa en el mundo, pero como siempre, no por algo bueno, sino por tener uno de los escándalos más grandes de corrupción de los últimos tiempos, pero parece que el gobierno no acusa recibo y sencillamente ha decidido tomarlo como una anécdota y seguir para adelante.
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