La pregunta está planteada, ustedes deciden
Las promesas de Alberso son como los goles de Higuían, uno espera que se hagan realidad, pero siempre se van afuera. Prometió para diciembre 10 millones de dosis de vacuna, y con toda la furia llegamos a las 600 mil. Y eso que sólo estamos hablando de lo último que prometió y no cumplió.
Cuando uno mira para atrás las promesas del tío Albersa son como el cuento de la buena pipa, nunca tienen remate. Desde Vicentín para acá todas han sido idas y vueltas, y no ha podido concretar una.
Tal vez alguien en su entorno tendría que advertirle al presidente que lo mejor que puede hacer es hablar menos y hacer más, que es lo que estamos esperando la mayoría de los argentinos.
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