Hay dos dilemas de la economía de este 2021, por un lado mostrar que este año crece el país, aumenta el empleo, pero claro, en comparación al desastre del 2020 no sería muy complicado.
Pero el otro dilema es el arreglo con el FMI, ya que parte del relato KK sostiene que no habrá arreglo a costa del sacrificio del pueblo, por eso van a tratar de estirarlo en víspera a las elecciones.
Esto es porque arreglar con el fondo significa ejecutar correcciones del desequilibrio macroeconómico: Fiscales, monetarios, cambiarios y tarifarios.
Las medidas que tienen que ver con el plan electoral, son ajustar el cepo cambiario, reduciendo las importaciones, otra es planchar el dólar por debajo de la inflación, posponer el ajuste de tarifas en servicios, aumentar la obra pública y apostar al programa de precios máximos.
El FMI es claro en sus exigencias van a pedir frenar la emisión monetaria, que el año pasado fue de más de dos BIllones y no usar las reservas para frenar una gran devaluación.
Si cierran con el Fondo sería para abril, lo que establecería la brecha cambiaria, y transmitiría más seguridad, reducir el nivel de emisión del estado, hacer recortes de presupuesto y descongelar las tarifas.
Por ahí irá la economía de este año entre el ritmo electoral y las medidas populares pero cortoplacistas y la sensatez de la economía.
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