Brankatelli no sabe ya como defender a su “jefa” y a Lázaro Báez por los actos de corrupción con la obra pública. Y por más que al ensobrado k Brankateli no le guste, la justicia lo condenó. El “empresario” era un empleado bancario que paso a ser millonario durante los gobiernos de Néstor y Cristina.
La corrupción en la obra pública es un robo fenomenal a la nación que hicieron entre privados y los políticos que gobernaban en ese momento. Brankatelli no sabe como justificar lo injustificable, porque quiere justificar el lavado del dinero que hicieron para que vaya a los bolsillos que correspondía, que eran los verdaderos dueños del negocio.
Por eso lo mandan al ensobrado de Branka a atacar a la justicia, porque quieren seguir con el tema del lawfare para zafar de lo que es innegable, que se afanaron todo. Lo que dice Brankatelli es que a Fariña lo guionaron, es tan ridículo como que a Lázaro lo conderon por “morocho”. Son puro relato, y lo peor es que al defender denodadamente a delincuentes se terminan convirtiendo en cómplices.
El tema, es que de acá para adelante la que empieza a asustarse es la jefa, que sabe que ahora le toca a ella. Quieren hacernos creer que son unos pobres perseguidos por el poder, cuando ellos mismos son el poder, y vienen abusando de él desde el choreo de guita hasta el choreo de las vacunas. Esa es la realidad de la república de Peronia.
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