Espert y la historia de nuestras crisis

José Luis Espert afirmó que Argentina va a una crisis profunda y que se debe poder discutir para qué lado se va a salir. Es una crisis gigantezca porque habrá una caída histórica del PBI, una suba histórica del desempleo, de la pobreza, una inflación de 3 dígitos, un déficit fiscal récord a nivel histórico.
Esto se llama “crisis severa”. Si vamos para el lado equivocado, como lo estoy viendo, que es el populismo, habrá que realizar una campaña política que los pare.
Espert anunció su candidatura como diputado nacional para el año que viene y como candidato presidencial en el 2023. Prometió sensatez y cordura, cosa que no hay en la escena política.
La gravedad de la crisis va a ser utilizada por este gobierno como un argumento para profundizar el camino hacia un Estado presente y una economía manejada por el equipo presidencial.
Se podría decir que hubo dos crisis importantes cuyas salidas fueron muy diferentes: la de 1989, primera vez en la historia con una hiperinflación de esa magnitud, nunca vista hasta ese momento, y se salió por la vía correcta. En parte gracias al hecho de la caída del muro de Berlín en el que se demostró y se desacreditó a las ideas socialistas por la ineficacia de las empresas públicas en manos del Estado. Esto ayudó mucho a la Argentina para agarrar por el lado adecuado, que fue lo que sucedió en la década del 90. En ese momento, eramos “la novia” del mundo desarrollado.
La reforma de los ’90 fue tomada como ejemplo en muchos de los países, luego del estallido de la Unión soviética.
10 años después, con la crisis de la convertibilidad, se agarró para el lado equivocado. En el 2002, en el inconsciente o consciente de la sociedad la caída de la convertibilidad se debió a las ideas liberales y a la apertura del comercio.
Esta crisis está llevando a Alberto Fernández a abrazar el populismo mas rancio de los kirchneristas.
Es necesario evitar el argumento de que los liberales gobernaron a través de Macri y ello llevó a esta crisis. Es claro que la pandemia es un motivo, pero el presidente va a querer ser exculpado para profundizar el camino equivocado.