El cambio de raíz respecto de este modelo empobrecedor es un compromiso innegociable que asumí con todos los argentinos. Sin embargo, el problema heredado es demasiado profundo. Hablamos de una economía con 15 puntos de déficit consolidado, con una emisión monetaria de 20 puntos del PBI en los últimos 4 años, con precios pisados artificialmente en energía y transporte, por hasta un quinto de su valor real, con un Banco Central sin reservas y con una inflación que en las últimas semanas alcanzó el 1.2 por ciento diario, que anualizado implicaría alrededor de 7500 por ciento anual.
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El cambio de raíz respecto de este modelo empobrecedor es un compromiso innegociable que asumí con todos los argentinos. Sin embargo, el problema heredado es demasiado profundo. Hablamos de una economía con 15 puntos de déficit consolidado, con una emisión monetaria de 20 puntos del PBI en los últimos 4 años, con precios pisados artificialmente en energía y transporte, por hasta un quinto de su valor real, con un Banco Central sin reservas y con una inflación que en las últimas semanas alcanzó el 1.2 por ciento diario, que anualizado implicaría alrededor de 7500 por ciento anual.
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