Atropellos, corrupción y hambre
Para Maximiliano Guerra, el estado kirchnerista es totalitario. Totalmente de acuerdo, entre la privación de circulación, de la libertad de trabajo y empresa, hasta el control de las personas con aplicaciones móviles, son la forma en que el neo kirchnerismo salvaje volvió para ser mejores. Un kirchnerismo 5G.
Para Guerra, no sólo los deportistas están complicados, sino también los bailarines que se ven gravemente afectados por la imposibilidad de hacer ejercicios y prepararse para competir o para actuar. No están tan distintos que la mayoría de la sociedad que hoy no puede hacer su vida normal porque a un grupo de “notables” no se les ocurre otra idea para pelear con un virus, que contagia, pero no mata, o al menos no mas que una gripe común.
El mundo del espectáculo está muerto, tanto para los empresarios como para los actores, bailarines, cómicos y para los teatros. Salvo los actores kirchenristas que viven con el cache que les pasa el gobierno, los demás artistas, que laburan en serio, están muy mal.
Estamos bajo arresto domiciliario, con libertades restringidos y al borde del hambre y la miseria. A los totalitarismos les encanta está situación porque están en mejor disposición para imponer sus deseos. Estamos al borde de una crisis terminal, pero empiezan a surgir muchas voces de oposición, sea de actores, políticos o pensadores, todos son necesarios, porque si no, nos van a llevar puestos.