La diputada Ajmechet está muy preocupada acerca de los ingresos de Milei, dado que este va a sortear su dieta entre los ciudadanos que participen del sorteo. Y Milei le da con un caño, a diferencia de ella, el economista y político vive del mercado, de su trabajo, algo que la diputada pareciera no conocer por haber sido siempre una parásito del estado.
Javier dice que él gana mucho más como economista, vendiendo libros y dando conferencia, algo que el mercado paga a diferencia de la “historiadora” Ajmechet, la cual ganaría dos mangos con su carrera. Por eso se preocupan de lo que hace otro diputado con su dieta, porque ellos no podrían hacerlo.
La mayoría de los políticos ni siquiera habrían renunciado a su trabajo en el sector privado como hizo Javier, dado que representaba a grupos económicos y no era compatible con su nueva condición de diputado. La realidad es que los diputados son en su mayoría inmorales, que tienen una pata en el estado desde hace décadas y desde ahí montan su chiringuito.
Así es como muchos llegan a ser “exitosos” y millonarios, utilizando los recursos públicos, las influencias y el poder para montarse empresas y ganar licitaciones. Los casos son muchos, algunos incluso escandalosos. Por eso les molesta que Milei les tire en la cara lo que realmente son: corruptos.
También te puede interesar: