Por más que quisieron versearnos con el presupuesto 2022, la inflación no parece que fuera a ceder ni un ápice este año, por el contrario, si sigue la emisión, es probable que se dispare aún más. Y tampoco se ve en el horizonte un acuerdo con el FMI, con lo cual el panorama es desolador.
Todavía no saben que van a hacer en marzo, y es probable que si no se llega a acuerdo, terminemos entrando en default porque la guita para pagar no está. Si esto pasa, el país va a pagar muy caro el error del gobierno. Milei tenía razón, el presupuesto era un verso para vender afuera, el tema es que nadie lo compró.
Ahora lo mandaron a Cafierito a acercar posiciones con los yankees, aunque la relación con el principal socio del FMI la dinamita la vicepresidente cada vez que puede. Se auto pegan un tiro en el pie y después en lugar de mandar un médico mandan al guardia de seguridad del hospital.
El librero la tiene difícil en EE.UU., porque el país no tiene un plan consistente para ofrecer y mostrar al FMI. No quieren bajar el gasto público para que los planeros no se les den vuelta, así que estamos ante una encrucijada terrible: cambiar o mantener este estado de cosas hasta que se caigan por su propio peso.
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