Después de un año de gobierno, dice Cachanosky, no pueden los kukas seguir echándole la culpa al gobierno de Macri del legado que les dejó y muchos menos ignorando que ellos tampoco le de dejaron a Macri una panacea.
Es parte del sostén del relato k, tirar la pelota hacia afuera y victimizarse. Acá se dejó de producir gas y se importó gas, nos consumimos los trenes, nos dejaron las tarifas atrasadas, son algunas de las malas gestiones de Kretina.
Durante 12 años los kukas tuvieron récord de ingresos de las comodities que se los fumaron haciendo populismo en vez de invertir o de bajar el gasto público.
Cachanosky asevera que la Argentina dejó de recibir crédito cuando llegaron los kukas al gobierno, la deuda del FMI la tomó Macri para cancelar la parte de la deuda que no pagó nuestra vice.
A Macri le tocó destapar la olla del lio que le dejó Kretina, tan simple como eso. Todos los acuerdos de precios y salarios de nuestro país fracasaron.
A más de un año de gobierno seguimos sin un plan económico, no dan pautas de una reforma impositiva, reforma laboral, reforma monetaria e inserción de la Argentina en el mundo.
También te puede interesar: