Bonelli reveló un dato totalmente clave sobre la negociación del Gobierno con los sindicalistas por la modernización laboral, y al final terminó revelando que los sindicalistas, como siempre nos tienen acostumbrados, terminaron llorando, pataleando como bebés y dejaron de ir a las reuniones con el Gobierno, no porque se los dejó de lado o porque se les pidió que no vayan más, sino porque una de las personas que estaba metida en la reforma laboral y en los distintos items es el Ministro de Desregulación Sturzenegger. Los kukas son tan inmaduros y patalean tan fuerte como bebés que se niegan por completo a participar en el dialogo y en las reuniones solamente porque un ministro está como reactor en esta ley, y directamente sin previo aviso ni nada, se quedaron completamente afuera de las negociaciones y terminaron quedando en completo ridículo y sin poder aportar ni hacer nada en la modernización laboral por el simple hecho de que son unos terribles inmaduros
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