Después de la ley de transparencia fiscal, en la que los supermercados ahora tienen la obligación de mostrar lo desesperados que están los municipios por sacar plata extra por la victoria de Milei. Desde que el Presidente asumió, se terminó la joda de pagarle a los municipios cualquier tipo de campaña berreta para regalar heladeras o bicicletas a cambio de un voto. Desde que el Gobierno Nacional les dejó de girar más plata de la necesaria, los municipios se dieron cuenta lo dependientes del estado que eran, y en lugar de empezar a ajustarse y reducir considerablemente la cantidad tremenda de ñoquis que tienen metidos, prefirieron empezar a meter tasas municipales, que solo se trasladaban a precios y lo único que generaron fueron subidas de productos por encima de la inflación. Además de eso, lo que contó Malena De Los Ríos es todavía peor, porque algunos municipios no se quedan felices con poner un porcentaje en los precios de los productos, sino que también están haciendo tasas con escalas, osea que lo cobraban dependiendo de lo que facture el supermercado, un choreo total
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